Hoy la ñoña vuelve a subir sus apuntes de clase de Literatura. La Zamudio nos estuvo hablando de literalidad. Tomar las cosas al pie de la letra, tal cual uno las dice, puede llevar a lugares absurdos (o espeluznantes).
Me lavaron el cerebro. Me da impresión, me imagino la escena en la peluquería.
El joven pidió la mano de su enamorada. ¡Qué morbooooooooooo!
Acá les dejo un texto que nos dejó la profe. Es de 1991 pero es super actual. 👇
«Sexa»
Luis Fernando Verissimo (Brasil, 1938)
La versión española de este cuento apareció en la revista Puro Cuento de septiembre-octubre del año 1991.
–Papá…
–¿Hummm?
–¿Cómo es el femenino de sexo?
–¿Qué?
–El femenino de sexo.
–No tiene.
–¿Sexo no tiene femenino?
–No.
–¿Sólo hay sexo masculino?
–Sí. Es decir, no. Existen dos sexos. Masculino y femenino.
–¿Y cómo es el femenino de sexo?
–No tiene femenino. Sexo es siempre masculino.
–Pero vos mismo dijiste que hay sexo masculino y femenino.
–El sexo puede ser masculino o femenino. La palabra «sexo» es masculina. El sexo masculino, el sexo
femenino.
–¿No debería ser «la sexa»?
–No.
–¿Por qué no?
–¡Porque no! Disculpá. Porque no. «Sexo» es siempre masculino.
–¿El sexo de la mujer es masculino?
–Sí. ¡No! El sexo de la mujer es femenino.
–Y ¿cómo es el femenino?
–Sexo también. Igual al del hombre.
–¿El sexo de la mujer es igual al del hombre?
–Sí. Es decir… Mirá. Hay sexo masculino y sexo femenino, ¿no es cierto?
–Sí.
–Son dos cosas diferentes.
–Entonces, ¿cómo es el femenino de sexo?
–Es igual al masculino.
–Pero, ¿no son diferentes?
–No. O, ¡sí! Pero la palabra es la misma. Cambia el sexo, pero no cambia la palabra.
–Pero entonces no cambia el sexo. Es siempre masculino.
–La palabra es masculina.
–No. «La palabra» es femenino. Si fuese masculino sería «el pal…»
–¡Basta! Andá a jugar.
El muchacho sale y la madre entra. El padre comenta:
–Tenemos que vigilar a este chico…
–¿Por qué?
–Sólo piensa en gramática