Esta extraña comparación (por darle algún nombre) se la debemos a Isidore Lucien Ducasse, más conocido como Conde de Lautréamont, el uruguayo. Si en la wiskipedia dice que nació en Montevideo y vivió allí hasta los 11 años, podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que iba con el termo y el mate a cada velada de poetas parisinos.
Lautréamont, cuando surgieron los surrealistas en los años 20 (del siglo pasado) ya estaba prolijamente muerto hacía rato (en 1870), pero fue tomado como un precursor, un pionero surreal. «Lautre» fue un poeta maldito y si están con ganas de conocerlo y paciencia para leerlo (admito, me cuesta la poesía. ¿Nos pasa a muches, no?) pueden leer sus Cantos de Maldoror.
¿Pero quiénes eran los surrealistas?
Bueno, busquen. Googleen que está lleno de info de las vanguardias artísticas del siglo XX. Estos, los surreales (a mi me gusta decirles así) eran, como dije arriba, de los años 20, post Primera Guerra Mundial (europea, digamos), los famosos años locos de las mujeres con pelo a la garçonne, faldas arriba de la rodilla, mucho fleco, baile desenfrenado y libertad sexual.
Dicho así parece re copado, una gran fiesta sobre los escombros de las ciudades y con unos cuántos familiares y amigos perdidos en el frente de batalla. Después del trauma de la guerra, la sociedad se permitía más cosas y los artistas buscaban fórmulas nuevas. Entre ellos estaban los surrealistas que hacían cosas así. 🦏🦐👇
El montaje surrealista
Los surreales buscaban sacudir la modorra y poner patas arriba el sentido común. Trabajaron mucho a través del montaje (técnica ya empleada por Dadá, ¡busquen!) yuxtaponiendo, haciendo chocar imágenes, objetos o palabras (o el material con que se trabaje). Usaban collages, fotomontajes, poemas visuales, cadáveres exquisitos, etc. y con eso produjeron films, fotografías, pinturas, escultura, literatura. Investigaron en procedimientos de escritura y creatividad que se usan hasta hoy (la Zamudio nos dio un apunte que dejó en la sala de profesores).
«La explotación sistemática de la coincidencia casual, o artificialmente provocada, de dos
Así es como Max Ernst, artista alemán, definió al collage de una forma que hace recordar mucho la frase de Lautréamont.(paraguas y máquina de coser)o más realidades de diferente naturaleza sobre un plano en apariencia inapropiado(mesa de disección)[…] y el chispazo de la poesía que salta al producirse el acercamiento de esas realidades.»(mis comentarios van tachados porque soy vanguardista)
Las primeras vanguardias no se proponían solo una búsqueda estética, sino que pretendían conciliar el arte con la vida, es decir, con la vida diaria de la gente común (arte para nosotres, les pobres). Querían sacar el arte del ámbito privado de las élites burguesas y aristocráticas. Así que había muchas ideas políticas (estaban ideologizados, dirían ahora). como se ve en este fotomontaje de cuando el nazismo estaba en plena formación en la Alemania de los años 30.
Vemos cómo el fotomontaje, como buena metáfora artística, condensa una eficaz crítica que desenmascara tempranamente los objetivos políticos del líder nazi.
La Zamudio dixit.
Les dejo un adelanto de lo que nuestro Julio Florencio Cortázar dice de los artistas surrealistas. PARECE que la Zamudio nos va a hacer trabajar con este señor de anteojos y barba que parece un hipster de Palermo.
Out of context: para quien lo escucha por primera vez no lo critiquen sin saber. No se hace el afrancesado porque nació en Bruselas en 1914: hablaba así porque CREO que tenía algo en el frenillo de la lengua. ¡Le puede pasar a cualquiera!
Sobre el surrealismo la Zamudio nos dejó bocha de apuntes en la Sala de Profes. Se ve que le gusta el tema, y está exquisitamente explicados en estos 3 Portable Document Format (aka PDF) Pim Pam Pum