Nos apersonamos en el edificio de la calle México 564. Pleno barrio de San Telmo, Buenos Aires.

Marina y Rocío ya hicieron una primera escala en la biblioteca del Mariano Acosta. Y Cecilia viene tranqui, arrastrando los pies, con su mochilita al hombro y unos pantalones de payaso.

Muchos de nosotros ni habíamos nacido, pero en este edificio funcionó la Biblioteca Nacional entre 1901 y 1993 antes de que se mudara a ese edificio raro en Recoleta. Hoy es el Anexo Sur Borges-Groussac de la Biblio. Entre otras cosas, en esta sede se encuentra el Centro de Estudios y Documentación Jorge Luis Borges.

Allí fuimos a entrevistarnos con Laura Rosato y Germán Álvarez de este Centro Borges que les dije. Me parecieron dos locos lindos. Lo digo así y tal vez parezca irrespetuoso, pero es todo lo contrario. Me imaginaba que unos especialistas en estudios borgeanos fueran qué sé yo, más acartonados, más hieráticos y circunspectos. ¡Mala mía por prejuzgar!

A qué vinimos, si lo nuestro es un proyecto sobre Cortázar, se están preguntando. Resulta que la acción del teaser sucede en la vieja Biblioteca de la calle México durante los últimos días de la mudanza.

Tenemos que hacer un relevamiento fotográfico del salón principal para recrear en Unreal. Es un espacio enorme de varios pisos, cariátides, estanterías vacías, una cúpula enorme con un vitral fantasmático y mil detallitos más. Además aprovechamos para hacer un registro con cámara 360 y una pasadita del guion in situ.

Laura y Germán nos reciben en una sala de reuniones que parece de otro siglo (y lo es). Las sillas están medio desvencijadas pero sobre la chimenea hay un enorme autorretrato Rembrandt. Una copia de Rembrandt, dirán. Bueeé. Llevamos dos siglos de reproductibilidad técnica como para escandalizarnos.

Nos cuentan bocha de anécdotas de Borges (sepan que fue director de la Biblio entre 1955 y 1973); por fin sabemos la Verdad sobre el escritorio semicircular; hablamos del Libro de Arena, de los gatos que habitaban el lugar, de la mudanza y de cómo quedó desolado el edificio.

Hoy, es decir desde hace unos años, se lo pretende restaurar y refuncionalizar. Han sucedido cosas y todavía no se empezó a hacer mucho. Paciencia, paciencita.

Muchas de las cosas que sabemos del edificio nos las enteramos en esta excursión. Nos explayamos más ACÁ.

Selfie 360: Marina semioculta tras su máscara de superhéroa. La que está torcida sacando fotos es la Barat, que tenía el cogote dolorido.