Algo pasa con el vitral. Entra en la categoría de misterio.
Nota al pie: el vitral no está. Debería estar emplazado en la cúpula de la Sala de Lectura de la vieja Biblioteca Nacional (la de la calle México). Sin embargo, en alguna fecha posterior a la mudanza de la Biblio, fue desmontado y sus cristales fueron guardados bajo siete llaves a la espera de que llegue esa partida presupuestaria que lo ponga en valor y lo devuelva a su sitio. Pero el tiempo fue pasando, la partida se demoraba, varios recambios de autoridades se sucedieron, un nuevo siglo comienza y hay urgencias mayores que atender que unos cuantos vidrios de colores.
El vitral cae en el olvido. ¿Allí había un vitral? ¿Qué habrá sido de él? Se perdió. No, una pedrada fuerte lo destruyó por completo. Se equivoca, allí debía haber habido un vitral pero en 1901 el barco que lo traía de Europa naufragó frente a las costas de África… y así se crea el Mito del Olvido.
Lo cierto es que nadie sabe dónde está. Y los que de verdad lo vieron apenas les queda un recuerdo confuso de cómo era.
Alguien del equipo, no me acuerdo bien quién ni de dónde lo sacó, introdujo la idea de que el vitral ostentaba el nombre de «Constelación del Sur». Esa revelación tuvo el efecto generalizado de ¡Para qué me invitan, si ya saben cómo me pongo! Nos golpeó directo. Encendió nuestras fantasías más pueriles.
Yo me imaginaba una suerte de vía láctea con la cruz del sur en primer plano. Fondo negro, puntos brillantes y una estrella fugaz en movimiento. Soy muy millennial. Otros pensarían en un mapa astral. La cuestión es que todos deseábamos verlo para incluirlo en el imaginario del teaser. ¡Cómo vamos a desperdiciar semejante material visual!
Ni una imagen de archivo. Nada. Nothing. Niente.
Hasta que apareció un email del arquitecto Gustavo A. Brandariz.
Alguien lo puso en contacto a Marina. Él conserva en su archivo personal fotos de la Biblioteca. Además de conocerla en su época de estudiante secundario, como arquitecto empezó a estudiar la obra del proyectista Carlos Morra (responsable del edificio). Así que el Arq. Brandariz sabe todo sobre el tema que nos ocupa y tiene fotos del Nuestro Vitral.