Solo personal de Biblioteca

Víctor Hsiang, el bibliotecario, es muy celoso de este espacio. Mantiene siempre la puerta cerrada como si allí se escondiera algo importante. Todos en el colegio soñaron alguna vez entrar para averiguar qué cosas se guardan allí.

Los pocos que lograron entrar cuentan de una pizarra de corcho que parece la mente de un loco, repleta de cositas que, a lo largo de los años, fue pinchando. 

" (...) Mi nombre es Hsiang. Soy el que custodia los libros, que acaso son los últimos, porque nada sabemos del Imperio y del Hijo del Cielo. Ahí están en los altos anaqueles, cercanos y lejanos a un tiempo, secretos y visibles como los astros. Ahí están los jardines, los templos".

Y el azar, salvo que no hay azar, salvo que lo que llamamos azar es nuestra ignorancia de la compleja maquinaria de la causalidad, el azar me hizo encontrar tres pequeños volúmenes. Yo he debido traer uno como talismán ahora. Tres pequeños en la librería Mitchel que corresponden a tantos recuerdos míos, y esos tres pequeños volúmenes eran los tres tomos de «Infierno», el «Purgatorio» y el «Paraíso», vertidos al inglés […] ”

J.L.B., 1977